Para los que sigáis mi blog de manera habitual, habréis comprobado que recientemente en el mismo ha crecido un arbolito del cual se ha caído una manzana roja, ¿y qué significa esto? No… no he querido decorar mi blog para que quede bonito, sino que este árbol y su manzana significan algo mucho más importante para mí.
Ese árbol que ha surgido en el blog, no sólo se ha mudado a este pequeño espacio de la blogosfera, sino que se ha plantado “literalmente” en mi vida. A partir de ahora y gracias a este árbol tengo un nuevo reto personal y profesional.
¿Y qué significa el árbol para que lo considere tan importante? Pues el árbol representa el talento dentro de las organizaciones y las manzanas que surgen del mismo son los resultados que se van cosechando gracias a cuidar día a día del árbol.
Para conseguir que el árbol dé más y más manzanas y que cada día tenga unas raíces mucho más profundas que eviten que cualquier condicionante pueda hacer mella en el mismo, he decidido que mi objetivo va a ser cuidar y hacer que otros, gracias a mis consejos y apoyo cuiden del árbol del talento, que no le falte agua, que le dé el sol, abonarlo, cuidarlo contra plagas que pueden hacer que muera, incluso hablarle y cantarle… (Porque los árboles también tienen sentimientos y reaccionan ante los estímulos externos tanto los positivos como los negativos).
Y si os preguntáis ¿por qué quieres ser ahora un jardinero del talento? Pues por la necesidad que tienen las organizaciones de volver a plantar este tipo de árboles.
La crisis ha dejado morir a muchos árboles, ya que la falta de medios o incluso el cambio de las prioridades han acabado con los cuidados que recibían. Sí es cierto que existían y existen muchas diferencias en cuanto a la importancia que se le da al talento. Y en algunas ocasiones, esto ha provocado que quien estaba comenzando a cuidar una pequeña maceta que aún no tenía los frutos deseados, la haya dejado morir. Hay quienes ya tenían un árbol con grandes raíces al que han dejado desatendido y esta falta de atención puede haber provocado que los frutos de este año no sean tan buenos como los de los años anteriores.
Pero el árbol del talento no puede dar frutos (en mi caso manzanas) si no nos ocupamos día a día de cuidarlo, de crear herramientas que lo alimenten, de atender las necesidades y saber qué requiere de nosotros en cada momento.
Para los que hayáis dejado morir vuestro árbol, tenéis que saber que vuestra organización más tarde o más temprano también se resentirá, ya que el árbol es el oxígeno que necesita para vivir. A veces, nos ocurre que estamos tan inmersos en el día a día que aparcamos la visión de futuro y creemos que, por el momento, se respira perfectamente. No obstante, sin el oxígeno que genera el árbol del talento, vuestra organización vivirá ahogada por un aire viciado, falto de ideas y de innovación.
Y si sois de los que aun manteniendo vuestro árbol con vida, lo habéis tenido desatendido y no os habéis preocupado lo necesario para que dé cada vez más frutos, no os queda otra que volver a alimentarlo y además desde la base:
- Generando una cultura que realmente tenga como objetivo el desarrollo del talento, tenemos que ser ecologías del talento.
- Desechando todo aquello que vaya a provocar efectos nocivos en nuestro árbol, por ejemplo un estilo de gestión tóxico o una falta de comunicación fluida.
- Apostando por el desarrollo de herramientas que potencien el talento, y que además contagien el mismo dentro de la organización, (recordad lo que decía en otro de mis post “El talento es un imán para el talento”)
- Midiendo los resultados obtenidos y actuando en consecuencia, para reforzar aquello que necesita un mayor esfuerzo y manteniendo lo que ha funcionado.
- Y por último y lo más importante de todo: teniendo paciencia, ya que el árbol del talento y sus frutos, no se consiguen de un día para otro, sino que exigen esfuerzo, dedicación y determinación, pues los resultados (frutos) se recogerán en el medio y largo plazo.
Yo estoy convencido de que cuidar del árbol del talento es el único camino para conseguir empresas “sostenibles”; construir unas raíces fuertes y asentadas en el capital humano es la única opción que tenemos si queremos que perduren cuando venga la próxima tormenta económica.
Para ayudar a replantar de talento a las organizaciones, me he hecho “Jardinero organizativo” y no estoy solo en esta labor, sino que me he unido a otros “jardineros” que tienen la misma visión, porque tenemos “Pasión por el Talento”.
Si necesitas ayuda para hacer crecer tu árbol, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, somos Talent Profits y somos “jardineros del talento”.
Precioso artículo José Luis. Y gracias por tu generosidad: para mí, uno de los objetivos más importantes de cualquier «red» es compartir.
Gracias a ti Myriam, sinceramente, comentarios y felicitaciones como las tuyas son las que me motivan para seguir escribiendo, si no fuera por gente como tu, seguramente no lo seguiría haciendo. Mil gracias!
Jose Luis enhorabuena y todo lo mejor en tu nuevo proyecto!
Un fuerte abrazo.
Vanessa Izquierdo González
CENTRO DE ESTUDIOS GARRIGUES
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Muchas gracias Vanessa, un fuerte abrazo!
Me ha encantado tu artículo José Luís. Todos debemos de cuidar nuestro árbol particular del talento, tanto el particular, como profesionales, como el de la empresas, como «piezas de la misma», desde los directivos, recursos humanos, personal, hasta el becari@.
Todos a una… como en Fuenteovejuna
Un abrazo
Emma
Muchas gracias Emma por tu comentario, todas a una, y entre todos a intentar hacer de la gestión del talento algo necesario en las organizaciones, ¡replantemos nuestras organizaciones! Un abrazo