Cuando se habla de la gestión de los recursos humanos a través de las nuevas tecnologías, nunca hubiera pensado que se pudiera incluir dentro de este concepto la gestión de las desvinculaciones o despidos de una compañía.

Ayer no me quedó otra que comprobar por diferentes fuentes que lo que estaba oyendo era cierto, que ya hasta se utilizan los medios digitales para despedir a los trabajadores.

Yo siempre he pensado que la gestión de los recursos humanos es una de las profesiones más complicadas pero a la vez más fascinante a las que alguien se puede dedicar, ya que la materia prima con la que se trabaja tiene alma, sentimientos, reacciones y siempre te puede llegar a sorprender y superar tus expectativas, ya que los seres humanos no tenemos límites en cuanto a nuestras capacidades.

Dentro del mundo de los recursos humanos somos muchos los que defendemos que las personas pueden marcar la diferencia entre empresas que supuestamente no tienen factores diferenciales, y que el éxito o el fracaso de muchas compañías esta provocado por los equipos que forman parte de las mismas.

Y que por lo tanto que nuestro trabajo en RRHH puede impulsar el éxito de las organizaciones a través de la gestión de las personas.

Pero amigos míos, esta profesión es muy complicada porque no trabajamos con ordenadores, motores o ladrillos, nuestra materia prima como he dicho antes reacciona, tiene sentimientos, sensaciones y pensamientos.

Gran error cometemos cuando gestionamos “cosificando” a la gente, no tener el factor humano en cuenta puede provocar un brutal error… un ordenador se puede apagar, o resetear, un motor se puede romper o arreglar…. pero no podemos apagar o arreglar a una persona.

Está claro que nuestro trabajo tiene que dar respuesta a las necesidades organizativas, y es legítimo que una empresa tenga que reajustar su personal para evitar la quiebra, pero no perdamos de vista que las acciones que afectan a las personas (tanto las positivas como las negativas) no se pueden gestionar de manera mecánica como si fuera el proceso de gestión de cobros o el incluir un apunte contable en SAP.

Nuestro trabajo no siempre es agradable y menos en periodos de recesión económica en los que tenemos que ayudar a las organizaciones en su contención de costes, optimización de plantilla, rediseños organizativos, eficiencia de procesos…., pero por favor tengamos en cuenta que gestionamos personas, por lo que mecanizar procesos con tanta carga emocional como son las desvinculaciones no es en absoluto la mejor manera de finalizar una relación laboral.

La gestión de RRHH exige en la mayoría de los procesos una cercanía con las personas, que no se puede sustituir con la utilización de otros métodos de comunicación que no sean el “cara a cara”, y en mayor medida aquellos procesos que poseen una gran carga emocional tanto positiva como negativa.

Al igual que no tiene sentido que intentemos gestionar la incorporación de un candidato, una promoción, la inclusión en un proyecto, la expatriación, una sanción a través de emails o llamadas telefónicas, tampoco podemos sustituir la comunicación personal de un trabajador por un medio que deja nuestro trabajo en un mero proceso mecanizado.