Aunque nos catalogamos o nos catalogan de “Recursos Humanos”, ¿Qué nos hace diferentes al resto de recursos que posee una empresa?, ¿Qué hace que cada uno de nosotros pueda ser capaz de conseguir resultados increíbles o caer en el peor de los pozos? ¿Por qué es tan importante (a diferencia con el resto de los recursos) que se nos comunique, se nos explique, se nos forme o se nos penalice?

Las_Emociones_LaboralesLa respuesta se encuentra en el título del libro, “las emociones”, como animales sociales nuestra existencia se basa en las interrelaciones con otros, que nos hace sentir, pensar, actuar, crecer o derrumbarnos.

Podemos ser capaces de alcanzar metas que creíamos lejanas o de hundirnos y caer paralizados por el miedo al fracaso, y lo más curioso que estas dos sensaciones pueden ser vividas por la misma persona.

La naturaleza de todos estos cambios de actitud, están provocados por las “emociones”, emociones que desarrollamos en nuestro interior y que son consecuencia de nuestro paso por la vida, de las diferentes influencias que ejercen y que ejercemos, de las interacciones con otras personas, de acciones se marcan nuestra existencia y en muchos casos de nuestras propias percepciones sobre lo que nos pasa.

Nuestra percepción sobre el mundo que nos rodea es lo que provoca nuestra manera de actuar, de sentir y de pensar; cada uno de nosotros nos construimos un mundo en función del filtro de nuestras percepciones.

El libro “Las Emociones Laborales” nos deja ver que las cosas no cambian dentro de los muros de nuestras organizaciones, que las personas siguen teniendo este filtro y perciben las cosas que les van sucediendo a través de su propia interpretación de la realidad.

El libro nos muestra diferentes fragmentos de historias escritas en primera persona en las que los protagonistas nos reflejan cómo “las emociones” actúan en los entornos laborales y nos impulsan a actuar en muchos casos únicamente centrados en nuestra propia interpretación de la realidad.

Os veréis reconocidos en los personajes de las historias y sus experiencias, ya que muchos de vosotros habréis pasado por situaciones similares, y os ayudará a entender que no es bueno buscar respuestas centrados únicamente en nuestras propias percepciones.

Al igual que cuando comes o bebes algo que te ha gustado de verdad, al leer el libro sigue quedándote en el paladar un buen recuerdo, y en este caso es un halo de positividad, de que nosotros somos capaces de aumentar nuestra visión del mundo, podemos relativizar y aprender a apreciar nuestras emociones desde la distancia.

Pensar que la clave de las emociones se encuentra en el filtro que nos lleva a ellas, y nosotros podemos elegir el mismo; podemos utilizar las gafas negras cargadas de pesimismo, negatividad y frustración, o podemos optar por utilizar las gafas de la positividad, la motivación y del amor propio. No penséis mucho más, la elección depende de nosotros mismos y las consecuencias de nuestra elección marcarán los sentimientos que tendremos a lo largo del día, mes o de nuestra vida.

Os recomiendo este libro, para que podáis sentir esta sensación de poder y de autoresponsabilidad sobre la visión y la percepción que queramos construir de nuestro mundo (laboral, familar, personal).

Otro punto a favor del libro son las citas que sus autores incluyen y que te ayudan a impulsar este cambio en la percepción de las cosas, yo he elegido una de ellas, que no conocía y que me parece un gran regalo, que pretendo llevar siempre conmigo.

Si has construido un castillo en el aire, no has perdido el tiempo, es allí donde debería estar. Ahora debes de construir los cimientos debajo de élBernard Shaw.